Majestuoso, como el canto del ave en la alborada
Un predicador grita miedo a lo lejos
Inculcando temor a un pueblo hambriento
Se afana diciendo “arrepiéntanse porque para ellos… esta cerca el sufrimiento”.
Lo escucho al pasar el patio
Y mientras camino, 3 a 4 niños le roban su inocencia,
Con cantos y alabanzas olvidan
Las realidades de la vida.
Puedes pasar, hermano
Pero al cruzar esa línea divisoria que inventaste
¡Por Dios! Cambiemos esa iglesia dividida
Fundemos una, por el amor unida.
Ya basta, amigo
Tú patria conquistadora
Tus iglesias adormitadoras
Para seguir imponiendo como salvador,
Tu gobierno calcinador…
Seamos mediador de la justicia.
Que prevalezca la verdad en la vida
Y que venza la solidaridad
De un pueblo unido por la libertad.