Este es un poema escrito,
te lo debía, lo prometí,
aunque ahora soy proscrito,
no te preocupes,
yo te extrañare por ti.
Fuiste la primera,
la primera que conocí,
serena y morena y doncella,
mi corazón pudiste sumergir.
Estos versos desquiciados,
invierno ya de predilección,
después de los enfados,
queda un triste escritor,
naufrago en el veneno
solo queda decepción.
Y en los recuerdos hechos:
cogiste fuerza, tomaste mi mano,
yo callado hipnotizado.
Quizá el tiempo,
nuestro amargo aliado,
en nuestra etapa inerte,
atardeceres.
Este es un poema cantado,
no te lo debía, ni prometí,
y aunque te deje estas letras,
-olvidado ya en tu memoria-
vivo o muerto, muerto vivo por ti.