Hoy sobrecogida por el sublime delirio de tu amor
Escuchando con sigilo el sensible canto del ruiseñor
Solitaria y taciturna siento el implacable tiempo correr
Y no estas tú.
Las rosas en el jardín que despiertan con el primer
Rayo de sol que la aurora trae y del ruiseñor su trinar
Son el único ornamento de mi triste soledad
Toda su pompa arranca suspiros profundos al corazón
Y no estas tú
Rosas rojas y fragantes como su corazón distante
En la lejanía hace ya tiempo dejaste de amarme
Y como pétalos de flor mi ilusión desojaste
Hoy observo la rosa perfecta en el jardín y quisiera besarte
Y no estas tú