El Amante
Sabedor del ¡Amor!
Y de los placeres de la mujer
Con el respeto que la mujer se merece
He de decirle, sin rubor, tú eres mi amante.
Que definición más bella y denigrada
Por los que no saber ¡Amar!
Me desbordan las palabras en este instante
Pero quisiera seguir aprendiendo ¡Amar!
Admirando a los que ayer
Que ocuparon ese papel de amante
Y hoy son estatuas veneradas por la ¡Mujer
En noche de pasión y lujuria.
¡Amante!
Denigrado por los que no conocen el ¡Amor! y;
Reconocidos por los románticos, poetas
Y pintores de la vida.
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz