De flor en flor va libando sus mieles
saciando su voraz apetito
de trascendencia
jamás detiene su vuelo demasiado
jamás se posa dos veces en la misma flor
toma de ellas su belleza
su aroma
su colorido
se retroalimenta
y fugazmente las hace su reina
(fugazmente)
nunca
nunca
nunca
se ha detenido a pensar
que ocurrirá
cuando ya sus alas cansadas
no remonten vuelo
y
de tanta fugacidad
no encuentre
donde reposar
su viejo y cansado cuerpo.