“Te nombre mi única musa y quizás con ello sin así desearlo te maldije
ya que en este momento mi corazón arduamente a mi pensamiento contradice,
deseando saber si será que en esta vida o en la otra reviviremos ese amor de ayer
por el cual pusimos cada gota de sangre por ver con ilusión nacer,
porque un bohemio nace cada tres mil años como rosa en un triste desierto
mientras que muere uno cada día entre el dolor de ese amor incierto…”