ODA A LA FUENTE
No escuchas reír el agua,
traviesa y magistral
a borbotones se despliega
cual mago que en tubos de ensayo
creo la gravedad
y la dejo como niña
andando sin su nobleza.
Entre hidrogeno y oxigeno juegas,
vida artificial que en la pupila recrea/
sin poder alcanzar el cielo,
con la tierra bajo sus pies
y las estrellas que le admiran
con su tierno embelezo.
Flota, flota… sin ser aire,
y renace nuevamente
del volcán que la erupciona.
Artífice inestable
vivirás por un momento
hasta que aquel que te dio vida
en un tiempo mortal te desconecte
y vuelvas a caer de tu pequeña nube
como lluvia que al polvo
golpea con violencia
y renace de nuevo
en humo trasversal.