Alexander Vortice

COMBUSTIÓN ESPONTÁNEA

 

 

Habla el diablo y todos escuchamos.

La cuchilla sombreada de la Muerte

se pasea dócilmente

seccionando cuellos de inocentes;

mas, cuando creemos que lo relativo

es la mayor de las verdades,

la combustión aflora y devasta

todos los yerros del ser humano.

 

Regeneración de siglos en un microsegundo

gracias al fuego recóndito e insondable.

Esperanzas que se vuelven cenizas,

ramalazo inmediato que deja huellas de terror,

cenizas que son trasladadas hacia el más allá

por las garridas manos de la firmeza.

 

“Nacer para morir”

no debería ser olvidado…