Va cayendo la noche
va bajando a los montes el cielo,
una lluvia menuda y monotona
humedece mi alma con destellos.
El rumor de sus gotas penetra
en el fondo de mi sangrado pecho
donde mi alma dulcisima esconde
tu perfume, tu amor y recuerdo.
Va cayendo la bruma en mi alma
que tristeza de alegres momentos
en sus nieblas heladas se esconden
esas tardes sin sol ni lucero.
Los jardines se mueren de frio
en sus largos caminos desiertos
no hay rosales cubiertos de rosas
no hay sonrisas, suspiros ni besos.
La nostalgia tristisima arroja
en mi alma un amargo silencio
como niña me duermo pensando
en tu amor y recuerdo de lejos.
Como cae la bruma en mi alma
perfumada de amor y recuerdos
cuantas almas se van de la vida
sin tardes, sin sol ni luceros.