De nuevo te invito a que
regreses a mi vida, querida
amiga que olvidas mi desdén
por tí
Siempre acudes cuando
estoy triste y vacia, para
hacerme compañia en mis
largas horas de penumbra.
Mi corazón te abraza para
desahogar su dolor, y tu sin
preguntar nada solo te limitas
a escuchar, para mitigar
su angustia.
Gracias, te doy querida amiga
que perdonas el olvido que te
he dado, por perseguir la
felicidad que anhelo poder
sentir.
Eres mi refugio del mundo
cuando siento que ya no puedo más.
Se que ahí estaras esperandome
como lo hiciste ayer,
como lo hiciste hoy y
como lo harás mañana.