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Que vuelvan a volar de tu pelo,
Las ninfas que juguetean con el viento,
Que vuelvan a nacer de los tallos de tu cuerpo,
Las rosas ya marchitas por el tiempo,
Que vuelvan a creer los mortales que te observan,
En que los ángeles si caen del cielo.
Que vuelvan a caer de las cataratas de tus labios,
Los besos que desembocan en mi río,
Que vuelvan a dormir la luna menguante,
En tus brazos de sol,
Que vuelva el universo a crear constelaciones,
Inspirado en tu nombre y en tu cuerpo.
Que vuelvan los secretos y tu voz del desierto,
A ser ecos en los oídos del silencio,
Que vuelvan a volar los sentimientos,
Invernados en los nidos de mi alma,
Que vuelva la mirada de medusa a ser piedra,
Los venenos del pasado.
Que vuelvan los grafitos de mis dedos,
A escribir poemas en las bitácoras de tu cuerpo,
Que vuelvan a eclipsarse todo aquel,
Que impacte en tu mirada,
Que vuelvan a ser eternos los finales de cuento,
En cada historia que registre tu libro de amor eterno.
Autor:Gonzalo Puga