La luna menguante luce sonriente
logrando su rostro embellecer,
con un par de brillantes aretes
que la hacen resplandecer.
Hay gente que creer no podía
el cuento de los aretes,
dicen que ella no va a joyerías
ni para pagar, tiene billetes.
Pero yo decirles quisiera
a los incrédulos desconfiados;
que los aretes, son dos estrellas,
que la luna tiene de lado a lado.
Alejandro J. Díaz Valero