Mis memorias van de prisa
caminando sobre huellas,
las huellas de la guerra
y pisadas del martirio.
Mi pueblo está crucificado
fenecido por el miedo
ahuesado por el hambre
comiendo de la pobreza.
Y durmiendo con la angustia.
Mis memorias, están masacradas.
Crecí entre la refriega
el olor a pólvora y espanto,
envejecí con el hedor a muerte
y la sapidez del genocidio.
JAIME GARCIA ALVAREZ
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