No fueron los poemas,
no fue Bécquer
ni Neruda
ni Salinas.
No fue la poesía eres tú
porque tú eres mucho más que poesía,
tú eres para mi mundo
la paz y la alegría,
las ganas de cantar
al sueño de mi vida.
No fue el poema XV
porque a mí me gustas cuando hablas
y cuando silbas
y, por supuesto, cuando ríes
pero, sobre todo, cuando amas.
No fue la voz a ti debida
porque a ti te debo el alma,
la primera luz que me examina
cuando me alumbra el alba
al borde de tu boca
cuando aún estás dormida
mientras mis dedos tocan
tu piel esclarecida
No fueron los poemas,
pues fueron los paseos
a lo largo de una playa
fueron las conversaciones,
las idas y las vueltas
por trenes y estaciones,
las horas a tu lado,
la luna en tu cara,
el viento en tu pelo,
el deseo en las miradas,
alzar el mismo vuelo
con los labios como alas,
tu sangre entre mi sangre,
mi savia en tus entrañas.
No, no fueron los poemas
con sus letras tan exactas,
lo nuestro fueron actos
más allá de las palabras.