Buscando en lo más hondo del alma,
encuentro un baúl lleno de tesoros.
Mirando al horizonte lejano.
Veo árboles que en sus ramas
empieza a despuntar la vida.
Mirando en lo profundo de tus ojos,
encuentro unas pupilas encendidas.
Miro al cielo azul impenetrable,
veo nubes que se desplazan,
que empiezan a dar vueltas.
Horizonte lejano, profundo.
Árboles que dicen estar vivos.
Pupilas transparentes,
que no guardan secretos,
diciendo, ¡te amo!
en todo momento.
y… todo me da vueltas al pensar
que nada es como yo lo veo.
Qué tengo clavado en mi interior,
esos horizontes, esos árboles,
el cielo, las nubes y el mar.
¡Ay! quién pudiera caminar,
sobre las nubes, o sobre el mar.
Colgar de una rama, los recuerdos.
Decir en voz alta, te quiero,
y… no morir jamás.
No morir para poder seguir,
mirando tus ojos clavados en mi.
Escudriñar en el baúl
para saber todos tus secretos.
Ver en las ramas sus flores crecer.
Ver esas nubes llorar…
Sentir el agua mojando mi piel.
Respirar profundo para
sacar el baúl y recordar…
grandes momentos pasados junto a ti.