ORILLA DELTEÑA
En éste día de domingo
se me vuelve camalote
el alma, los ojos se
llenan de paz, ante la
naturaleza, increíblemente
bella, y nace éste poema.
Súbete en el muelle
calor, cielo azul
un mundo de gente
contempla la corriente
de las cálidas aguas
color de león.
Las olas juegan de
un lado al otro, y los
sauces frondosos lloran
mientras adornan las
orillas de la rivera.
Una canoa a remo lento
se mece suavemente
acompaña el murmullos
de los pájaros
en los arbustales.
Y el sol ilumina los
juncos, que bailan el
vals, cuando aceleran
las ruidosas motos, y el
paso del catamarán.
Pinceladas al viento
llenas de aromas
me llevan lejos.
A soñar la vida
navegando sobre las
aguas, y respirando
el verde, de éstas islas!!
Astika