Fugaz el tiempo en tamaños
fue golondrina ligera.
El peciolo de la espera
languideció con los años.
Vistió silencios extraños
el antifaz de la historia.
Y hoy, que en brazos de la gloria
casi todo se ha perdido,
mientras siembras tanto olvido,
cultivo más la memoria.
Recordarte, siempre hiere
junto a la vida que pasa;
en el verde de la casa
todo el esplendor se muere.
La vieja pena se adhiere
como cruel confirmatoria.
Mi suerte alucinatoria
intenta un momento grato
y del dolor te rescato,
aunque sólo en la memoria.
Te recuerdo en la corola
de la flor que se entristece,
donde la angustia estremece
sin la luz y su aureola.
Monologar me consola
sobre la arena tendido.
De tu amor nada te pido,
el querer no es mendigar;
en silencio puedo amar
mientras derrochas olvido.
Me quedo frente a la playa,
sin versos, sobre la duna;
el abrazo de la luna
sobre mi cuerpo desmaya.
Cual ambiciosa atarraya
vuela la sed ilusoria.
Puede la verdad notoria
abrir la luz al sentido;
mientras siembras tanto olvido,
cultivo más la memoria.