“Que es el sueño,
sino una muerte indolente,
Una muerte que da vida,
Aun dentro de otra muerte”
Elprincipiante
YO SUEÑO QUE TU SUEÑAS
Paralelismo…
es el sueño a nuestras ánimas,
equidistantes en fragancia
uno del otro,
el pensamiento se entrelaza.
Aquí…
en la miliunima milésima centésima
de un reloj de agua
unas pestañas se imantan.
Allá…
entre el olor de las praderas
en el vaho de las flores,
en la mitad de hermosura
de corola virginal
sale un aura,
lleva mariposas alas en sus espaldas
y se sublima, se eleva
hacia un mundo de hologramas.
Aquí…
el ángel bueno/ ya abrió/
sus hélices emplumadas,
y como el halcón que se bate
a escotadas,
emprende su cisne vuelo
a espejismos de plata.
Y en lo ignoto de los ojos
se vislumbran,
se contemplan imponentes,
poderosos…
cada uno con gran gozo
y embelezo
pinta un cuadro de cerezo
policromado entre nardos,
ceniciento y sin malicia,
retrato hablado en pericia,
en fantasía y encanto.
Yo sueño que tú eres
de mis turgenciados prados
la hierba que airosa crece
y me invita a su costado.
Yo sueño que tú sueñas
con tu quijote adorado
cual te cabalga contento
como alazán indomado,
y pisa fuerte en tu tierra,
y te tatúa su herradura
con deseo exacerbado.
Yo sueño que tú eres
dulcinea de este bardo,
en la mitad de jardines
la bella que duerme un rato,
la cual despierto con besos,
con mi halito en sus labios,
y me mezclo en sus suspiros
para fundirme en su esencia
y perfumemos el campo.
Yo sueño que tú sueñas
con el príncipe encantado,
el cual tocara a tu puerta
y al rey pedirá tu mano,
con anillo de esmeraldas,
y una dote de mil tantos,
corceles llenos de aroma,
baúles hechos de nardos,
toda la seda del Nilo
para entronarte a su lado.
Yo sueño que eres paloma
y te posas en mis manos,
sueño que eres azucena
lo mas puro y mas amado,
sueño que eres del ángel
su angélica en cielo claro,
te sueño rodeada de estrellas
como luna sobre el lago.
Sueño que ahora intromiso
intruso llego a tu cuarto,
que tú sueñas que otra alma
tu estancia ya ha violentado,
la cual te quita la piel
y se yergue en tu santuario
haciendo un culto al amor,
un rictus desenfrenado,
una implosión que eclosiona
en arco-iris aguados.
Despierto
y aun/ no/ despierto,
todo ha quedado impregnado
de esa muerte que fue vida…
Y ahora la vivo soñando.