Ya ves…
Aquí sigo, debatiendo las horas
Con esta piedra en la garganta
Que trae el rio de la melancolía.
Sí.
Esta continua y total amargura
Cómplice de mares cenicientos
Donde la tinta fluye sin apretar
Cual calmante de dolores ajenos.
Ya ves…
Sigo rasgando amaneceres
Esbozando sonrisas sin voluntad
Para pétalos cubiertos de rocío
Procurándome perdida en la locura.
Sí.
Otro invierno a oscuras
Dormitando con este corazón sangriento
Sin embargo, no me doy por vencida
Esperando esos sueños que te conté.
Ya ves…
Que a sabienda que la vida es corta;
Yo, sigo muriendo desde que me mataste.
Ya ves..
Antonia Ceada Acevedo