pasaron muchos días, para que mi mente, lograra reponer se
de la terrible impresión, que quedo grabada, como una película
de esas de ciencia y ficción....
íbamos en el bongo o canoa, por las orillas del río orinoco,
yo iba con mis cuadros, mi caballete, los lienzos, los pinceles y claro esta.. mi cuaderno de notas... Esto que nos sucedió, fue algo muy terrible. Los indios que iban conmigo
quedaron como petrificados... Estábamos en la orilla del río, descansando la jornada, que había sido larga.. serian, como las 4 de la tarde... ya el sol se estaba poniendo, el cielo estaba, de color rojizo...
Llegaron de repente a la orilla del río, como 5 vacas con sus tiernos becerros.
se metieron en el río a beber agua... y de pronto.. sucedió. lo inesperado.
miles y miles de pi rañas, saltaron sobre las vacas y los lindos becerros. En un instante
como por arte de magia, las vacas y los becerros desaparecieron, quedando solo
los carapachos o esqueletos, en la orilla de aquel río, del que tengo, tantos recuerdos.
El miedo se adueño de los indios, y claro esta con ellos yo también.
Esa noche dormimos, en hamacas por encima de los arboles..
Yo pensaba si las pi rañas, harían eso con nosotros.
Uno de los indios mas viejo, me dijo.. que eso que paso allí, fue algo que el nunca había visto y que esas son pi rañas voladoras que andan viajando por el río.
Partimos en la mañana, con rumbo a tierras lejanas, y yo ya no tenia ganas de seguir
con mi aventura.