Y aquí me encuentro de nuevo
esperando este encuentro,
cada semana como siempre
cuando cerca de mí te siento.
Espero esas pocas horas
en las que comparto contigo
un lugar y un momento,
un querer y un sentimiento.
Y quisiera ya poder
contemplar tus bellos ojos,
en tu mirada perderme,
sonreírme en tus sonrojos.
Y compartir un abrazo,
o un dulce y sencillo beso,
todos esos simples lazos
que me mantienen despierto.
Falta ya muy poco
para que acabe la espera,
y al poco tiempo recomienza
la tortura que me vuelve loco.
Pues tú eres mi droga,
yo a tí soy adicto;
solo contigo soy feliz,
solo contigo sonrío.
Y seguiré esperando,
siempre esperando
el renovado encuentro,
hasta que, borrados por el olvido,
nos convirtamos
en mero recuerdo.