Con mi querida primavera, tengo recibido, sorpresas, inolvidables, a mí alma la siento como una niña jugando con una pelota colorida, con colores del arco iris.
Poca cosa, casi nada me hace feliz, pero muchas alegrías, me ultrapasan para allá de mis deseos.
Tantas cosas buenas, a que no estoy acostumbrada, muestras de que me quieren bien, que no esté sola, que lejos de mí hay mucha gente que me guarda en su memoria, tengo miedo, de que termine esta fase de mí vida.
Sé que soy amada, el cuanto no lo puedo medir, pero me basta saber que me aman, solo sé que lo voy a vivir.
Quien me habría de decir, que iba a tener tanta cosa para mí, yo que é pasado la vida sin vivirla, que de llanto en llanto e pasado mí juventud, mí tiempo en que la vida endría que ser una plenitud de felicidad, yo la olvidada, yo la mujer esclava, del no tener nada, de soñar despierta y dormir para que el tiempo pasara más deprisa, sin sentirlo.
Cuanta cosa podría haber tenido! Cuanta felicidad! Cuanto amor podría haber dado y recibido!
Así ha pasado el tiempo, así en la última etapa de mi vida, vino todo junto! Familia que no conocía y tanta falta me hizo, cariño a montones, amor, todo hasta el reconocimiento, de que soy naturaleza pura, verdadera y de verdad, soy y transparente como una gota de lluvia.
Mis amigos de corazon, mi amor, mí sonrisa, mí salud me llenan la vida, nada más puedo pedir, en este momento, puedo decir que soy dichosa y que siempre hay recompensa, para el sufrimiento.
Para tras queda la ceniza de mis días y noches, para delante, mi vida, la vida que yo anhelaba con pena de no alcanzarla y por fin los días son llenos de luz y de esperanza, que duren mientras viva.
Oporto, 20 de mayo de 2012
Carminha Nieves