Tuerto,
un tuerto
que perdió
un ojo y ocultó
el otro
para evitar caer
ante la locura
de una raza que echa
raíces torcidas
sin frutos frescos;
de una raza que arranca
los ojos a quien quiere
ver.
Un tuerto
que a los ciegos
envidia y
a los videntes aborrece
por su falsa
ceguera y
bastones y
lentes de
crueldad.
Eso soy.