Se va el atardecer
las sombras llegan, amordazan el alma
con su silencio.
La máscara del amor
contempla la luna plena,
noche glacial resbala entre las nubes
posandose sobre mi conciencia.
Acrecentando esa amargura de pasión
que me martiriza.
La felicidad de aquellas tardes
ligada a mis sueños,
congelada quedó entre sus
aromas.
Ya no hay arreboles que disfrutar.
Sus recuerdos vuelan
en remolinos llenos de tristezas.
Prisión de de horas vividas
que se fueron derrumbando silentes,
dentro de mi ser
sin sentir.
Mi tonto corazón hizo su nido en el vacio,
en el polvo de los sueños,
en la espuma de sus melosas palabras
remando en las aguas del olvido.
Ahora, solamente
agonizo silencios de tiempo,
consumidos.
bambam