I
Una noche clara
Bajo el plenilunio
De solemnes sensaciones
Una extática ninfa
Me hizo una única pregunta...
Mi respuesta fue certera y arrogante:
El Nirvana es la palabra exacta
En cada verso
Es amar desde tus membranas
A mi tripas
Es el ultimo apogeo
En el aquelarre dionisiaco
Es el placer de una Ménade
Ante la estocada brutal del Minotauro
Es la caricia muda, del ala del colibrí
Bañada en seda
Es el arpegio de la lira
De un autista enamorado
Es el colapso de un orgasmo
Al compás de las esporas
Es el triunfo de lo etéreo
Ante la carne y el pecado
Es el silbido de la brisa
En tu cintura
El anhelo panteista de un Dios altivo
Que nunca fue invocado
Es la tibieza de una llama
En las hogueras del infierno
O quizás tan solo sea
La pequeña muerte
Cuando a tropezones
(Y entre vómitos)
Te persigo en los lavabos.
(Gallicida)
II
De los lavabos-
tus vómitos
a mis tripas,
y mis tripas
a tu sangre-
y tu sangre...
áquella
que bebo
en la luna llena
de mis noches-
cuando
ni el Nirvana
alcanza
para retener
un poco de
tu autismo
enamorado
-soberbio-
panteista deidad
te invoco
en el infierno-
mi dios baco-
colapso
de algùn
orgasmo,
del colibrí
desesperado,
del extraviado
Minotauro...
-¿atrapado?-
-punto y quiebre
de una tormenta
en mis ojos
-sus laberintos-
tus ojos-
aullidos
a las noches
que enloquecen
mis lunas-
ménade
sigilosa
que te agota-
Es así,
tu pequeña
muerte,
aquí
-a mi lado-
(monique ele)