Era el, el de hermosa piel blanca, sus ojos simulaban el color de la miel.
Era el, quien con su voz melodiosa y su guitarra me invitaba a soñar.
Era el, quien entre libros y cuentos me regalaba su presencia.
Era el, el que siempre me elegía ante todo y todos.
Era el, a quien le contaba mis miedos.
Era el, con quien compartía mis sueños.
Era el, su esmero era siempre hacerme feliz.
Era el, el deportista multifacético que se entregaba sin miedos.
Era el, el a quien nunca le importaba el tiempo o el lugar mientras estuviésemos juntos.
Era el, quien con sus locuras irremediables siempre me hizo reír.
Era el, que aun estando molesto o celoso, siempre me recordaba que no podía, ni quería estar sin mi.
Era el, quien cada mañana me entregaba una sonrisa.
Era el, a quien dejaba de ver por días y siempre me decía te extraño mucho.
Era el, quien se preocupaba por cocinarme y darme un masaje si me veía cansada.
Era el, quien siempre me aconsejaba de la mejor manera.
Era el, el que siempre recordaba nuestro aniversario.
Era el, el que en un salón llena de mil mujeres decía, mi novia es la mujer mas hermosa para mi.
Siempre ha sido el… un caballero, buen novio, buen amigo y el mejor amante fiel.
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AUTORA: ORIANA RAVELO