Que triste es el duelo
Aún más triste que ver morir al amor
Es una sensación de vacío
Que te duele el corazón
Es el mirar a la persona amada
Y cruzar miradas
Y nada
Ya no existe esa complicidad
Esa inocencia
Esa diablura compartida
Es el silencio cruel
La mirada negra
La confabulación de demonios
Esa pesadez en el pecho
La falta de aire
Que, por más que se inhale
Pesan los pulmones
Y te sientes desfallecer
El saber que el juego terminó
Aún conociendo las reglas
Y sabiendo que la muerte es insuperable
Duele.
El no saber como reaccionar
En esta nueva etapa
La mirada triste
La actitud derrotada
Y este dolor del pecho
El que te pregunten
Porqué la tristeza en tus ojos
El orgullo de esperar
Y solamente tener el eco del desprecio.
Ser tan intolerante al dolor
Y sentir que tu alma está incompleta
El llorar a la nada
El aullar a la luna
El no poder cambiar la realidad
El no querer cambiarla
El disfrutar de esta exquisitez
Sabiéndose masoquista.
Cómo poder transmitirte lo que en mi rompiste
Cómo reflejar en tu alma el dolor adictivo
Por qué asesinar a la conejita
Y quedarte sin su colita de la suerte
Por qué ese cambio de un segundo al otro
Planear un escape fortuito
Aterrizar los sueños fantásticos
Comer tierra
Odiarte
Pero el rencor es medicamento barato
Para la herida que supura pus
Y enajena los sentidos e irriga sangre en exceso
Que se acumula en la nuca.
El futuro vislumbra
Que volveré a tenerte
Arrodillada como tanto me gusta
Flagelando una y otra vez tu osadía
Castigando tú soberbia
Y dejando claro quien es mejor…
Pero mi orgullo prevalecerá
Y te destruiré
Lástima
Tan excelente amante que fuiste
Pero, ahora, eres fea
Me desagradas a la vista
Me repulsa tu olor...