Mar sereno
Mar sereno, tranquilo, que te miro
tan callado, cautivo y asombrado
la belleza que muestras tan calmado
tal silencio que no oigo ni un suspiro
veo como también nos das respiro
no son siempre tus olas un cercado
que me impide el estar junto a tu lado
¡por temor a tu fuerza me retiro!
Hoy te miro confiado y atrevido
y sintiendo que puedo ser tu amigo
y de nuevo me siento sorprendido
por estar divagando aquí, contigo,
comprendiendo que no eres un bandido
para ti tu furor es un castigo.
© Eduardo González Cuartango
21/05/2012