En sus labios descubrí los sabores del alma.
Su olor es la fragancia del amor,
Sus caricias las sensaciones más tiernas,
Y sus abrazos me demostraron que el mejor momento
Es la unión de dos corazones que se aman.
Lloré, sonreí, y en cada una de esas descargas,
Su rostro en mí se dibujaba,
Cada trazo de esta obra en mi piel se grababa.
Hoy no hay quien borre su recuerdo de mi ventana.
Y las chispas que nacen de mis ojos el corazón me desgrana.
Muchas veces me incliné, para mirar al cielo.
Yo pedí a Dios, de corazón sincero,
Que me concediera el deseo
De vivir junto a él todos los sueños
De esta, mi alma.
Ese día yo lo anhelo,
Cuando vivamos juntos todos los recuerdos,
Ya sin miedos, ya sin peros.
La esperanza vive en mí
Yo sueño verlo.
Wendy M