Sabes,
contaré la historia de mi amor
porque jamás sabrás
que el protagonista
eres
tú.
Te diré
que de lo que siento
no necesito más
para saber
que en mi alma vives,
que en mi corazón moras.
Nada me hace falta
¡tengo todo!
tengo tu alma,
un alma
que acaricio,
que la vivo
y
me vive,
¡que es mía!
Me
basta saber
que tu alma
se fuga cada anochecer
de tu ser,
que busca mi alma
-como si en ello, la vida le fuera-
Mi alma
tu alma
se abrazan,
se besan,
y al derroche del amor se entregan
cada anochecer,
y aunque
tu jamás lo digas
sé que nos amamos.
Sabes…
-no, no lo sabes-
¡tú eres mío!
te he besado ya tanto
he tenido tu alma desnuda
¡aquí!
en mis manos
una y otra vez
tan solo mía ha sido.
Te diré
que todas la noches
recreo tu imagen en mi mente,
mi pensamiento
te busca,
te forma,
mi alma se eleva
-va a tu encuentro-
a ese cielo
que es tu cielo…
nuestro cielo.
No necesito
con mis ojos mirarte,
cuando puedo sentirte
con mi alma;
te llevo aquí
ha
lado mío
en mi pecho
dentro del corazón,
gravado
en mi alma vas,
¡qué más puedo pedir!
si a donde voy
tu vas conmigo.
Si
a mi lado estas
no necesito más
¿temor?
ninguno perturba mi paz
¿celos?
no hay aguijones
que hieran mi alma
¡porque te tengo!
¡porque eres mío!
ni siquiera
el viento
puede tocarte.
Eres mío
soy tu dueña
no importa que lo niegues
de ti
no depende,
ló que de ti preciso
¡ya lo tengo!
lo demás
no me importa;
tu alma
es cautiva
de mi alma;
cada noche…
tu alma me enamora
cada noche
tu alma se me entrega
¡qué más da!
lo que los demás mortales piensen
si lo más preciado
mío es.
NM de la Rosa