Julieta, la princesa del amor,
No deja de preguntar:
¿En donde se encuentra romeo, él tenorio de su corazón?
Mientras romeo, el soñador,
Pide a su mente; que Julieta su gran amor
No deje de deslumbrar su gran sueño.
Pero Julieta de gran nobleza,
Pide a gritos al cielo,
Que le conceda el deseo
De ver a su romeo.
Y romeo despierta diciendo:
¡Julieta!, mi gran amor.
Espero que tú ansíes el momento
De nuestra unión.
Tanto Julieta refleja en su mirada,
Una ansiada noche de blanco,
Enfrente del altar,
Cumpliendo el séptimo sacramento,
A lado de su romeo.
Y que los únicos testigos,
Sean dios, la luna y ese gran amor,
Cubierto de mantos puros y nobles.