Bella osita amorosa de peluche y juguetona,
eres sensible a la musa y a su encanto,
pues tus poemas curan al alma del llanto
con metáforas que apaciguan tempestades.
Eres como la brisa linda y traviesa,
que ríe a placer entre las rosas,
y la miel la compartes en forma graciosa,
como si fueras el hada de la esperanza.
Los dulces versos de la encantadora osita
nacen con la artista de tierno corazón,
y en la frescura de la ocasión,
todos se deleitan con su oración favorita.
Osita que se vuelve un sueño,
de peluche y de melodiosa armonía,
los pájaros entonan trinos de alegría
y tus poemas son las notas musicales del ensueño.