Si un segundo tú compartieras
bajo el cielo
o sobre la luna llena
y quisieras
recostarte en mis quimeras
para seducirte
al calor de mi hoguera…
Si acariciarte yo pudiera
en una isla
o en una rivera
y con suavidad
rozar tus valles y laderas
para cautivarte
al ritmo de mis caderas…
Si un instante
o una eternidad me concedieras
para amarte a mi manera
te atesoraría eternamente
en el jardín de mis poemas…