ivan rueda

PALABRAS DE UN MUERTO

 

De todo me he desprendido,

de mi patria ratonera

y de su estúpida bandera,

de mi esposa y de mis hijos

de las llaves de mi coche,

de mi hucha y de mi piso.

La vida es ahora una noche

Interminable y sin grillos,

la piel de un viejo fantoche,

el hondo hueco de un nicho.

Me he quedado sin quimeras,

sin ver mis sueños cumplidos,

sin mi agreste primavera,

alta de sombra y graznido,

con su luna caminera

bajo el nocturno cautivo

por un batallón de estrellas

sobre los campos de olivos.

¡ Qué lejos las voces quedan,

los ecos del pecho herido !

¡ Qué cerca la paz que suena,

la insomne voz del vacío !

Corre, esquiva y culebrea

la tarde, el áspid del río,

cabalga la lluvia ¡ potrea !

sobre los bosques umbríos

mientras me cubren con tierra

la boca, los ojos y oídos.

Ya he desertado de mi guerra:

mi hondo miedo a estar vivo,

el temor a las hogueras

donde arden los sentidos,

el pánico a que me muera

sin que callen mis latidos.

Ya he abandonado la historia

sin la menor pena o gloria,

sin nada hasta aquí he venido,

ni siquiera con la escoria

y hasta mi pobre memoria

se la quedó el olvido.

Todo lo que tenía he dado:

los huesos para los perros,

la carne para los pájaros,

el polvo para los vientos

y el alma…para el diablo.