Ya tú me salvaste por tu muerte en la cruz,
Las tinieblas no tienen el poder sobre mi.
Tu discípulo yo soy debajo de tu gracia,
No quiero hacer amistad con la maldad.
“Estoy aquí, oh Jesús!” dice mi corazón.
Cada día contigo llena de bendiciones soy,
Mi alma baila, tocada por su gran amor.
Tu perfecta paz del cielo es para mi siempre
Porque tú me libraste de la esclavitud!
Jesús reina y ahora nadie puede vencerme,
Feliz estoy en la luz de tu palabra santa.