Sonidos extinguidos, el día es una promesa aún
El agua rodea mis bordes y empuja hasta calar los huesos
Se trata de saber si aún respiro, mantengo inerte la mirada
colgada de una esquirla plateada que ha impregnado mis ojos
inerte como un cuerpo que ha sido arrastrado por la marea
y yace entre los juncos
Pero yo respiro, aún respiro, puedo sentir la vida agitándose en la brisa que besa mis contornos
Se mece la vida , como las olas y yo sigo tendida
Porque después de todo, siempre se trata de esperar alguna cosa
Esperaré pues, el día, para levantarme y resurgir como la sombra de un tigre entre las espesuras de la selva más intensa
Como surge la burbuja de un pez dorado reflejándose el el azul del cielo
Como una golondrina que alcanzó la otra orilla tras su vuelo.
María Ferretti Gaich