Ojalá venga un amor que sea solo uno,
unico en su clase, el soñado y jamás visto
el que para dar amor siempre esté listo;
ojalá venga un amor … como ninguno;
Un amor diferente, jamás parecido a alguno,
especial en lo especial y sobre salga su instinto
de amar con ese sentimiento bello y palpable;
envíame por favor Dios un amor inigualable
que entre marcos de diferencia, sea el distinto.
Ojalá venga un amor, sin dar promesas,
cumpla con cada uno de los mandamientos,
demuestre la verdad en sus ternezas,
le deje la mentira a las malezas,
un amor que no juegue, con sentimientos.
Ese amor escudriñado entre lo inexistente,
entre lo no visto, lo no escuchado,
un amor incansable de haber amado
y que al volver a amar, sea insistente.
Amor sincero, que no cambie de repente,
amor padre y madre de la gratia plena,
real y divino, no sentencia ni condena,
no se incuba en ninguna clase de suerte,
un amor que sobre y después de la muerte
otra vez que vuelva a amar... valga la pena...
Alviz Neleb
Mayo 22 de 2012
1:20 p.m. - Martes