Cuando veo tus ojos de cristal
mi mirada se pierde en el horizonte
así como me pierdo en tu cuerpo magistral
al volverme loco por sus palpables montes.
Tu cuerpo no tiene nada que esconder
porque en mi pensamiento te desnudo
y todo lo descubro en una noche de placer
inagotable de amor en silencio agudo.
Hago mío tus ansías que compartes
con los besos que me reciben ardientes,
se crea un encuentro entre ambas partes
donde se escucha hasta el rechinar de dientes.
Descubrimos más allá de lo que vemos
y hacemos perdurable nuestro encuentro;
entre caricias y besos nos perdemos
y tus gemidos no faltan al tenerme dentro.
Estás en mis manos que suavemente te acarician
inquietas por explorar tus trayectorias
esperando recibir una agradable noticia
que cause en nuestros cuerpos más euforia.
Cada gemido aumenta más la locura
y el deseo de hacerte mi mujer me devora
como si de repente perdiera la cordura
al sentirte mía en una noche aurora.
Ya la luz no alcanza y que nos importa
si el momento se da regalando el corazón
entre cuerpos atrayentes que se exhortan
más y más en inagotable pasión.
\"Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida.\"
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