Vito_Angeli

Amor en París

Caminando por los Campos Eliseos

un aire perfumado recorría mi olfato

despertando ese amor tan aflorado

de nuestras almas gozando el deseo.

 

Mis ideas se perdían entre la gente

que caminaba bajo la lluvia fresca;

de todo había pasado en mi mente

al recordar esa aventura novelesca.

 

Tan joven y radiante tu piel se lucía,

yo, un viejo del olvido y amargado,

la vitalidad que mostraba tu energía

enseñaba cuanto me habías amado.

 

Noches dormidas con el Sena calmo

fueron momentos irrepetibles de vivir;

me quisiste religiosamente en salmos

de amor, que concebían mi porvenir.

 

Sacaba fuerzas de mi perdida juventud,

te hacía pájaras en sueños de colores,

el Louvre nunca atestiguó ingratitud

por ser testigo del amor sin derroche.

 

Monumento de tu pasión desmedida,

despertabas envidia en los corazones;

la Torre Eifel parecía de pie dormida

agotada de observar nuestras relaciones.

 

Esa ciudad embanderada de espíritu luz

guardará la magia que por ella abracé

quedando mi piel marcada por su cruz

y la melancolía amorosa que no olvidaré.

 

John Clark