Carta a una joven extraviada
Cuando aun era joven, lisa se escapó de su casa. Al principio
Todo le parecía muy interesante, veía cosas nuevas y hacia lo que le venia en gana.
Pero poco a copo hizo tristes y amargas experiencias. Por más que se divertía con sus amigos y amigas, en lo más hondo de su ser sentía la nostalgia de una chica perdida.
Acabó viviendo en los barios bajos de chicago. Durante todos esos años, la madre esperaba el retorno de su hija .habría querido ir en su busca. Pero…. ¿adónde?
El amor materno le dio una idea escribiría una carta;
Pero… ¿adonde la enviaría? ¡Hacia tanto tiempo que no tenía la menor noticia de lisa! ni siquiera la brigada social de la policía podría localizarla. Había perdido su rastro por completo entonces la madre mandó hacer numerosas fotografía suyas, en las que veía su rostro envejecido por las aflicciones y pesares; las pego sobre un papel de buen tamaño y escribió Debajo, en las letras de molde
¡VUELVE A CASA!
¡TU MADRE TE ESPERA!
Luego recorrió las distintas tabernas de los barrios de bajos de chicago y pidió permiso para colocar su mensaje ¿serviría esto de algo? ¿lo leería su hija? ¿Contestaría a esta invitación?
Las tinieblas de la noche habían oscurecido las calles.
En una taberna, una orquesta tocaba los últimos éxitos populares. Una mujer joven, con el alma vacía y de mala vida, frecuentaba esos ambientes. de repente , se detuvo , como alcanzar por un rayo . Allí en la pared vio el retrato de una mujer anciana lanzo un grito desgarrador….¡Mamá!
Horas más tarde, lisa había vuelto a la paz del hogar.
Había sido perdonado y estaba en sitio seguro.
Tres palabras no es mucho.
Pero en tres palabras también está el contenido de la carta que Dios le envía:
¡VUELVE A CASA!
¡Alguien que ama de verás está esperando!