La Chica de Foz de Iguazú
Desde las Cataratas de Iguazú
Ansiosa y audaz
Baja de un avión a conocer esas;
Montañas chilenas y silenciosas
Cubiertas de un manto blanco
Tras un amor
Hebras en las nubes del cielo, brotes de pasión,
Acciones de juegos en la cima
Entre las quebradas y la nieve
Jugaba como una niña con muñeca nueva
Subía la montaña y se deslizaba
Por la nieve como una osa bebé
El frío no existía en su cuerpo
Sólo en el rojizo de sus mejillas, y;
Sólo dos lágrimas que brotaban de sus ojos
Con ese frío reinante de la nieve
De la satisfacción cumplida
Fugazmente viniste como nube de ¡Amor!
Tiempo después te esfumaste
Dejando ilusiones quebradas
Mostrases tu jardín de lirios y flores hermosas
Maduraré hasta convertirme en un gajo
De esa UVA de los parrones
De Concha y Toro
Viña verde y erótica...donde se paseaba
Infiltrada en esa verdad del verbo ¡Amor!
Soñaré sin convencerme de no volver
A ver ese jardín
Que dejó esa chica de
¡Foz de Iguazú!
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz