Cuando del grito no emanan palabras, ¡no te asustes! las silabas son tímidas fluyen de manera sencilla, fluyen de manera contrita.
Cuando del grito emanan palabras, ¡no te asustes! las tónicas son reinas acentúan a las princesas, pero dominan a las plebeyas.
Cuando del grito emana carencia ¡asustate! la voz es engañosa persuade a la garganta y sueña con la mordaza.