¿ A qué aguardas, razón humana
para luchar por la nueva vida ?
¿ Quizá temes un nuevo sacrificio
inmenso que nos abra la verdad ?
¿ O es que mantener la indiferencia
ante tantas humillaciones
entre seres mecanizados,
ante enajenaciones de la libertad,
bajo mentes asidas al mal,
ante el suicidio colectivo
no es querer hundir la filantropía ?
¿ A qué aguardas hombre hermano
para unidos decidir nuestro destino ?
¿ Es que el corazón no te llora
agónico al perderse la naturaleza ?
¿ No es la esperanza un amigo
querido que se desprende lentamente,
una quimera romántica,
un apoyo inconstante
vagando en realidades negras,
sendas perdidas y abismos …,
o es mentira la benevolencia ?
Siento que el silencio no me oiga,
que la mente sea un muro muy alto,
que mis párpados no se cierren en paz,
que mis manos atadas se atrofien
o que mis huellas se pierdan por la vida.
Pero siento mucho más que el mundo,
endurecido, lastimoso y renqueante,
del que solo somos espectadores
y al que no debemos sino la existencia
se devore locamente a sí mismo.