¿Por qué razón , inquieto sol, te filtras por las hendijas?
¡No ves que a su lado quiero permanecer dormida!
Vete a sorprender los entusiastas alquimistas
concedeles la tan ansiada fórmula escondida
Esparce tus rayos en la estepa y la gramilla
obnubila los ojos de los amantes a escondidas
Parte con tu calor las resecas puertas del olvido
ilumina con piedad el camino de los ángeles caídos
Funde el hierro que cubre la prisión de un corazón
fluye en el marma que ebulle en las montañas
Brilla en los picos del colibrí buscando el polen
resplandece en el vuelo seguro de los alcones
Fragante y esplendoroso astro, aléjate de mi vista
¿No ves que esta noche podría ser la última?
Déjame dormir un poco más, recostada en su orilla.
María Ferretti Gaich