Romanticologo

TU ÚLTIMO BESO EN OCTUBRE

Seudónimo de Magnolia, dueña de aquel labial que se regó sobre la superficie de mis labios aislados de tu cuerpo, apetecido y estreñido por mi deseo, ergo de aquel monasterio de caricias improvisadas en el apeadero que gritaba silencio; nació pronto extinguido en mes de Octubre aquel contacto renuente de la tierna porcelana rosa en tu boca, para difamar ese último beso que se perdió en el recuerdo no desvanecido en el poderío, poderío de los meses dirigidos por epistémico comandante invencible (tiempo), que deja la huella en la regata paradoja por siempre, ¡más en mí¡, no muere el recuerdo de las fogatas emergidas en luceros que avistan el cosmos, y que fueron testigos del amor que no congregó unión, por la indecisión tirana que llevaba aislado camino a la felicidad.