Cada amanecer me invade la alegría
Como un haz de luz por mi ventana
Pudiera ser verdad tal fantasía
Que un ángel se adueño de mis mañanas
Y es tan linda, tan complicada
Sus deseos me ponen a correr por complacerla
Y ella se aferra
Se siente inmensa
Entre mis brazos indagando mil dilemas
Y no me canso
si me ametrallan sus preguntas
doy respuestas
soy su refugio cuando es prófuga y traviesa
Mientras se asila en mis caricias se consuela
Transformada en remolino me desvela
Me agiganta la presencia en el planeta
Y me anuda a su infancia cuando juega
Soy su rey, lobo feroz, yo soy su bestia
Soy su ken, su príncipe y el héroe de su historieta
soy su médico cuando la lluvia la enferma
soy su esperanza si su mascota no encuentra
esa sonrisa que pocas veces se pierde
muestra unas huellas sus cicatrices de guerra
y un dientecito que perdió de muy pequeña
cuando a mi encuentro corrió si darse cuenta
que en el camino hay bachecito y muchas piedras.
han sido como hermanitos para ella
un pollito colorado de primera
su conejo “navegante” ella extraña sus orejas
y el perrito que un noviembre
le arrebató la inconsciencia
cuando alguien sin valores
se condenó a las tinieblas
porque entristeció a mi niña,
la dueña de mis poemas
de la carta al niño lindo
que le escribió con su letra
Abstractos los garabatos
Ojala que así la entienda,
Mientras rayaba se oía,
"solo pido una muñeca
y mi perrito que vuelva."