Eres como el sol en medio de una noche
entre luna y estrellas
alumbrando el camino
como una brisa cálida en medio de una tormenta
como una dulce calma dentro de un torbellino
pero eres a la vez nevada en primavera
como del ciclón el vórtice
engañando al peregrino
como ráfaga suave
que te arrastra y envuelve
y te lleva en su rumbo sin decirte destino
es por eso que al ser parte de tantas cosas
prefiero no soñarte
duende del peligro
esperaré en silencio que duermas
y entonces
me iré calladamente sin cruzar tu camino.