Entre el oro y la noche
El cielo y la tierra… el mar y la luna…
Iza las velas el viejo velero
Surcando caminos… ya antes bogados.
Un marinero masculla recuerdos
En la quietud desdeñosa
De las ondas cobrizas
Que el poniente dibuja.
El misterio de la soledad se aleja
En la cara de la señorita luna
Que en briznas de sombras trae
Una sonrisa amargada a sus labios.
¡Hipócrita vanidad de los años
Juntos vimos el amanecer!
¿En qué recodo del mar…
Con qué luceros, me hiciste tu esclavo?
La vida… es sólo su agonía
Un puro apagado y un birrete descolorido
Tuercen la cara de quién amargo pregunta…
Y nadie responde.
Con el mástil ardiendo naufraga
En aguas azules y cantos de sirena
En medio del mar… abraza su alma…
Y velas parchadas… un marinero borracho.
Delalma
Sábado, 18 de marzo de 2012