¡Qué triste es para el pescador embarcarse en lo ancho del mar, después de navegar toda una noche fría, sin conseguir ni un solo bocado!,
¡Qué triste es para un soldado morir abandonado y olvidado!, después de darlo todo, pero sin conseguir nada, más que su propia muerte.
¡Qué triste es para una “bestia” taurina, que de bestia no tiene nada!, los salvajes son los que hacen un espectáculo, el mismo que lo conducirá a su muerte.
Una muerte indigna y macabra, así es como me siento sabiendo que no me quieres y yo amándote en silencio, un silencio, por cierto, ruidoso,
Porque en el fondo tú sabes que yo te amo. Un amor a veces más platónico que carnal,
Como un tonto me conformo con tu amistad, porque prefiero eso a no tener nada, porque sé que es el único medio para estar cerca a ti.
Hay veces en las que me provoca besarte, pero cuando estoy a punto de hacerlo renuncio, el riesgo es muy alto como para perderlo todo.
Amar en silencio es el peor castigo que un hombre podría soportar, pero vale la pena ser masoquista, porque a cambio de eso, estoy junto a ti.