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DOS CAMINOS

DOS CAMINOS

 

Del ahora partían dos caminos

tan distintos y opuestos entre sí,

por un lado el camino del reactivo,

por el otro el que sabe a donde ir.

 

El primero  no sabe su propósito,

su conducta responde a los porqués

y poniéndose excusas para todo,

esperando a los otros para hacer.

 

Con dolor justifica su  existencia

y la culpa la tienen los demás,

la venganza y el rencor dando tantas vueltas

que no sabe por donde terminar.

 

Sin un claro objetivo no hay rumbo,

y sin rumbo no hay motivación,

ni energía para cambiar su mundo,

ni siquiera entender su corazón.

 

El segundo camino es muy distinto,

definido propósito lo guía

y jamás se desvía del camino

a pesar de reveses en la vida.

 

El pasado quedó en el pasado,

no define ni cambia el rumbo;

los agravios quedaron perdonados,

la visión se proyecta hacia el futuro.

Libertad no es hacer lo que se quiere

sin saber lo que se quiere de verdad,

escoger el camino que conviene

y en lo adverso seguirlo hasta el final:

¡eso es verdadera libertad!.